Consternación entre los padres y alumnos del instituto de Ourense donde este miércoles fallecía un menor por la caída de un muro. "Un palo muy grande", dice uno de los padres que esperan a la salida, mientras la madre de una de las compañeras de clase de la víctima relata cómo su hija "salió pálida" del centro tras la tragedia.

La investigación ahora se centra en averiguar si el muro de dos metros estaba dañado o los motivos por los cuales se vino abajo. Algunas familias de alumnos creen que la pared estaba deteriorada. "Dicen que ya llevaba mal hace tres años", explica la misma mujer, que señala que entre las familias se comenta que "tuvo que pasar algo para que lo vayan a arreglar ahora".

Sin embargo, desde el centro y la Xunta aseguran no tener constancia de ninguna queja al respecto. El conselleiro de Educación, Román Rodríguez, ha asegurado que "no se percibían grietas o cualquier elemento que pudiese llevar a pensar lo que sucedió".

El pabellón donde ocurrió todo tiene 20 años. El menor fallecido acababa de salir de Educación Física cuando se desplomó la pared que separaba la zona de taquillas de las duchas. El adolescente quedó atrapado bajo los escombros y otro compañero resultó herido. Por su parte, el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez, ha explicado que, según testigos presenciales, "el chico, fuerte, estaba sentado y cuando se le vino el muro su primera reacción fue intentar frenar el muro".

Numerosos alumnos y profesores han guardado este jueves un minuto de silencio. Un equipo de psicólogos está apoyando a los niños, a las familias y a los docentes que lo necesiten.