La primera gran crecida del Ebro de la que se tienen datos fue en 1961. El río registró un caudal de 4.130 metros cúbicos por segundo, prácticamente el doble de la crecida de estos días. La útlima gran crecida se produjo hace solo ocho años.

La situación en 2007 fue muy similar a la que vivimos ahora. dejó daños valorados en 80 millones de euros y el gobierno aprobó un real decereto para paliar las pérdidas. Igual que sucedió en 2003, aquella crecida se considera la mayor del siglo, ya que el caudal rozó los 3.000 metros cúbicos por segundo.

También se aprobaron ayudas, exenciones de impuestos como el IBI e incluso reducciones fiscales para las actividades agrarias. Los desbordamientos duraron toda una semana del 4 al 10 de febrero y Pradilla tuvo que ser desalojada.

En aquella ocasión, los sindicatos agrarios cifraron en 40 millones de euros las pérdidas ocasionadas en las explotaciones agrícolas de los municipios ribereños aragoneses, y otros 20 millones en infraestructuras; en Navarra los daños en infraestructuras y cultivos superaron los 15 millones de euros; y en el tramo riojano las pérdidas también fueron millonarias.