Conducen a toda velocidad, bajan pronunciadas pendientes montados en su bicicleta y de repente se encuentran con un STOP. Un alambre enganchad de árbol a árbol, a más de 1,5 metros de altura.

Si no frenan a tiempo la consecuencia es, como mínimo, un peligroso corte en mitad del cuello. Es la denuncia que están haciendo ciclistas y motoristas en las redes sociales. En Gondomar, Pontevedra, se ha producido el último caso.

La Guardia Civil está investigando el caso, y el Seprona ya ha batido la zona para limpiar el bosque y retirar esta especie de cepos para personas. Denuncias que están llegando también de forma masiva a las asociaciones.

Desde hace varios meses, hacer deporte por el monte se está convirtiendo en un hobby de alto riesgo. Esto lo han encontrado en Simancas, Valladolid, clavos de más de cinco centímetros clavados en maderas y anclados al suelo o directamente dispersos por la mitad de un sendero.

Este absurdo ataque también se está repitiendo en Jaén, colocan todo tipo de obstáculos estratégicamente para hacer daño. Por eso avisan, si te encuentras con algo parecido a esto, denuncia. Porque puede estar en juego una vida.