Undiano es un idílico pueblo navarro, pero la paz que disfrutan estos vecinos se ve amenazada por la posibilidad de que una empresa reabra la mina. “Lo que nos extraña es que se esté haciendo una tramitación administrativa totalmente irregular sin hacer estudios de impacto ambiental”, asegura Enrique Miranda, concejal de Candea de Cizur. Por su parte, la empresa Geoalcali alega que tiene todo en regla y en varias prospecciones han constatado que hay diez veces más potasa que en los años 90.

“Había continuos movimientos de tierra, temblores y todas las casas estaban agrietadas”, afirma Blanca Vázquez, alcaldesa de Undiano. Además la zona está calificada como grado cinco en actividad sísmica.

Los vecinos también denuncian irregularidades por parte del Gobierno de Navarra en la tramitación de la concesión. La empresa calcula que creará 200 puestos de trabajo si finalmente les dejan explotar la mina y que tendrá un beneficio de 240 millones de euros, de los cuales la mitad iría para el Gobierno de Navarra. En 2015 se sabrá si le conceden la explotación, aunque ya han extraído la tranquilidad a estos vecinos.