Doble cerrojo para que no vuelvan a entrar. Quieren evitar encontrarse con una desagradable situación: puertas destrozadas, cristales rotos e incluso cables de la luz cortados por la mitad.

Acceden a las casas quitando la cerradura, y después, una vez dentro de los pisos, cometen todo tipo de destrozos e incluso se llevan cocinas enteras.

Vecinos de Ocaña, en Toledo, denuncian la actuación de mafias en viviendas vacías del municipio. Y a veces, tras el robo, también hay ocupación. "Hay gente que se mete en el piso y se queda a vivir como yo lo tengo, y hay gente que llega, se lleva los radiadores, el calentador", explica el okupa Pedro Jiménez.

Okupas como Pedro aseguran que lo hacen porque no tienen un techo bajo el que cobijarse. Aunque también hay quien lo ve como un negocio y subalquila los pisos. "Yo sí que me he enterado de ciertas personas que suelen abrir un piso, cambiarle la cerradura y después van buscando a personas que lo necesitan y se lo alquilan o se lo venden incluso".

Algunas comunidades de vecinos ya han tomado medidas. Dicen que están hartos. "Lo que denunciamos son los actos vandálicos que han acaecido durante dos meses y medio en este edificio", asevera Pablo Garrido, presidente de una comunidad de vecinos. "Tuvimos que cortar el agua porque no la pagaban, teníamos un montón de deudas con el agua. Empezaron a destrozarlo todo, a reventarlo todo", cuenta un vecino de Ocaña.

La Guardia Civil ya está investigando las denuncias de los vecinos.