Los vecinos de Punxín, Ourense, han plantado cara a su párroco. Están hartos porque dicen de que Don Jesús insulta a sus feligresas y de su actitud prepotente.
El propio sacristán, Jonathan, con 14 años de experiencia, le entregó las llaves de la iglesia y dimitió de su cargo. Jonathan recibe el apoyo de sus vecinos.
Los feligreses se han plantado a la puerta de la Iglesia y exigen al obispado que les cambie de cura. El párroco, que lleva solo dos meses en la parroquia, no ha querido atender a laSexta Noticias. Prometen que mientras no marche don Jesús, ellos no volverán a la iglesia.
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