Es la primera vez en 28 días que se puede subir por carretera a Tresviso, que por fin ha quedado libre de nieve. Semanas peleando entre el riesgo de aludes y desprendiemientos, porque miraran por donde miraran los 20 vecinos de este pequeño pueblo cántabro, sólo veían nieve.

Casi un mes llevaban incomunicados. "Desde luego no nos aburríamos, todos los días teníamos que quitar nieve, y todos los días volvía a caer nieve", cuenta un vecino, porque han sido 28 días dependiendo de lo que tenían. Ángel ha sido de los previsores y comenta que "la despensa aún está llena".

Además, cuando faltaba algo, les ha llegado literalmente del cielo. "Hicimos una lista y nos lo mandaron con la cuenta", afirma uno de los vecinos. La nieve ha complicado su día a día, porque en el pueblo viven del ganado y de la fabricación de quesos. Sin carretera, adiós a las ventas y a ofrecer comidas o cama en los apartamentos rurales.

Menos mal que nadie ha caído enfermo. Nunca habían estado incomunicados tanto tiempo e incluso el alcalde se quedó atrapado en su quitanieves cuando trataba de despejar la vía. "Quedó el camión atrapado a cinco kilómetros del pueblo", declara.

Ahora la nieve les ha dado una tregua, pero es corta y peligrosa, poque suben las temperaturas, y también el riesgo de aludes. Además, la nieve vuelve sólo un día después.