El obispo de Canarias, Francisco Cases, hizo pública una carta en la que se queja de la "frivolidad blasfema" que, a su juicio, fue premiada en la Gala Drag de la capital grancanaria, cuyo premio se llevó una "reinona" vestida de la Virgen y de Cristo crucificado.
La presidenta de la asociación de víctimas, Pilar Vera, ha difundido a través de su cuenta de Twitter un comunicado de contestación a esas palabras, ante las que no puede "permanecer impasible", subraya, porque considera que evidencia que el obispo Cases puede haber "olvidado" lo que supuso aquella tragedia.
"¿No podía usted citarnos en todas las ocasiones que ha tenido la oportunidad de hacerlo y no precisamente con un hecho que le ha producido más tristeza que la muerte y destrucción no solo de 154 personas, sino de sus familias?", se pregunta Pilar Vera.
La portavoz de las familias del JK5022 reconoce al obispo Francisco Cases que les permita celebrar en la catedral de Las Palmas de Gran Canaria la misa con la que cada 20 de agosto recuerdan a las víctimas del vuelo, aunque no la oficie él, sino "un sacerdote", remarca, porque "su presencia está reservada" para los actos a los que acuden "las altas instituciones".
En este contexto, Vera reprocha al obispo de Canarias que "en todo este tiempo nunca se haya dirigido" a su asociación, por lo que le lanza este mensaje: "Por favor, si nos ha olvidado, como ha hecho gran parte de la sociedad que ya solo pregunta por las indemnizaciones y no por la lucha que mantenemos por lograr verdad y justicia,
Además, le insta a que en la misa que ha convocado para pedir "perdón" desde la isla por los agravios a la fe católica que, a su entender, se cometieron anoche en la Gala Drag Queen tenga presente a las 172 personas que iban en el avión de Spanair y a sus familias, que nada hicieron "para ser castigados tan cruelmente" ni tampoco para que se les recuerde "por cuestiones tan alejadas" de su "triste y dolorosa realidad cotidiana".
Las razones
El inesperado giro de la investigación del kayakista desaparecido en agosto: fingió su muerte y huyó del país para cobrar un seguro de vida
El kayakista Ryan Borgwardt, desaparecido en agosto de este año, no estaba muerto. Según han descubierto los investigadores, el hombre había contratado un seguro de vida y decidió fingir su muerte para cobrarlo. Esta es la historia de película.