"No tengo ni idea", decía esta noche Fran Algaba, uno de los miembros del equipo, cuando se les preguntaba por qué las autoridades marroquíes no aceptaron la experiencia de más de 20 años de rescates de montaña de este grupo de la Federación Andaluza de Espeleología ni la tonelada de material especial que llevaron.

El equipo no sabe si el resultado del accidente, en el que han muerto dos montañeros, hubiera sido otro, pero ha regresado con la impotencia de que la "humilde" ayuda que ofrecieron no quiso ser utilizada. "Hemos hecho lo que hemos podido", asegura Algaba.

El equipo se trasladó el sábado como turistas a Marruecos ya que no se les pudo tramitar otro permiso, llegó conduciendo toda la noche hasta el lugar que les indicaron, el aeropuerto de la ciudad más cercana, y allí ofrecieron desde su experiencia en rescates a su material. Pero sólo han podido esperar. "Han sido cuatro días muy duros, estas allí con todo preparado, sabes que puedes ayudar hasta el nivel que ellos quisieran y verte sentado enfrente del aeropuerto, ver pasar las horas mirando la montaña donde estaban los tres compañeros y ves que no puedes hacer nada", relataba Berni Orihuela, otro de los miembros del equipo. "De la impotencia pasas a la indignación porque sabes que cada minuto cuenta", explica este espeleólogo.

El equipo relata que ellos fueron "a lo que se necesitase", pero ni siquiera se han podido acercar a la zona, por lo que no pueden juzgar si la equipación y la técnica de las fuerzas marroquíes era la necesaria. Se quedaron en el aeropuerto, donde desplegaron todo su material y durante 16 horas esperaron junto a él, aguardando que alguien aceptara su ayuda. Cansados, porque de estos cuatro días sólo han dormido una noche, indignados y frustrados han regresado a España, también sintiéndose "abandonados" porque "nadie del estado español" les ha ofrecido "una palabra de aliento", según decía el portavoz de la FAE, José Enrique Sánchez.

Una frustración que no extienden a todos aquellos, incluido el Ministerio del Interior, que antes de ir apoyaron su iniciativa y facilitaron cuanto pudieron los trámites, incluso enviando a agentes con pasaportes para aquellos a los que les iba a caducar estos días.