Una especie de crucigrama sencillo en el que hay que adivinar una palabra. Se trata de Wordle, el juego que está triunfando en Internet. Un pasatiempo viral que empezó en inglés y que un ingeniero recuperó para que su pareja se entretuviera en la pandemia.
Desde el pasado 6 de enero, tiene una versión en castellano -a la que se puede jugar aquí- gracias a un ingeniero electrónico colombiano, Daniel Rodríguez: "Me pareció bastante interesante la sencillez de juego, que no tuviera ningún tipo de registro, que no estuviera atado a ninguna empresa", explica el creador de la versión en castellano.
Aunque se podría estar haciendo rico, Rodríguez se lo está tomando casi como un hobby. "Miro las estadísticas un par de veces al día para ver cómo le está yendo, pero tampoco tengo intenciones de hacer mucho más con la aplicación que eso ni sacar mucho más provecho", afirma.
Y es que, aunque se quiera pagar por seguir jugando a Wordle, solo se puede intentar una vez al día. Una característica que, a juicio de un usuario, "está bien para no generar dependencia, pero es un fastidio porque siempre te gusta un poquito más".
"No es como otros juegos que vas al baño y puedes estar media hora jugando", apunta otro joven, mientras que un tercer usuario confiesa que se enganchó él y enganchó también a su pareja: "Todos los días estamos con ello", reconoce. "Es entretenido, te hace pensar y es maravilloso", asegura por su parte una joven.
Un pasatiempo que casi recuerda a los del periódico de antaño, sin estridencias, sonidos o luces y que, pese a ello, tiene ya toda una legión de seguidores.