Fue esclava sexual de sus 'amos', como se hacen llamar los terroristas de Daesh, durante todo su cautiverio, que comenzó cuando solamente tenía 16 años. en el año y medio que estuvo retenida, tuvo que estar hasta con cuatro hombres diferentes, que se la iban vendiendo de unos a otros. Lamiya fue violada, golpeada e incluso la obligaron a fabricar bombas cuando todavía era menor de edad.
Finalmente, la joven se armó de valor dentro de todo el horror que estaba viviendo, y consiguió escapar junto a dos amigas. Sin embargo, en la huida toparon con una mina, que acabó con la vida de las dos amigas de la joven, que perdió un ojo en el incidente.
A pesar de todo, Lamiya ha conseguido escapar, aunque quizá nunca sea una persona completamente libre, ya que los recuerdos de tu terrible experiencia la perseguirán siempre. Esta joven ha querido transmitir su historia, pero no es la única, ya que sólo en su ciudad, 3.000 mujeres continúan secuestradas, entre ellas su hermana de nueve años.