Raven y Woodhouse, un cachorro de Husky y un precioso gato de un refugio se convirtieron en inseparables desde el primer momento en el que se conocieron. Los dueños de ambos llevaron al Husky a la protectora y fue el propio animal quien eligió a Woodhouse como compañero de piso. Desde entonces no se separan y son protagonistas del Instagram de su dueña.
EL PERRO ELIGIÓ AL GATO EN UN REFUGIO