Samantha Savitz nació hace dos años con sordera. A esta niña de la localidad de Newton, en Massachusetts (EEUU), le encanta comunicarse con los vecinos cada vez que sus padres la sacan a la calle.

Su padre cuenta que Samantha siempre quiere conversar con la gente que la rodea y que su personalidad cambia cada vez que consigue comunicarse con alguien.

Cansados ante la imposibilidad de hablar con ella, los vecinos de Newton han decidido aprender el lenguaje de signos y, para ello, han contratado a un profesor que les da clase para que la pequeña Samantha pueda sentirse incluida en el día a día de esta comunidad.

"Queremos ser sus amigos, preguntarle qué tal su día, hacerla sentir parte del vecindario y poder tener las conversaciones que tendrías con un niño", señalan algunos vecinos al canal de noticias americano CBS.

Rhys McGovern, el profesor encargado de llevar a cabo la labor de enseñar a los vecinos a comunicarse con Samantha con lenguaje de signos, está totalmente sorprendido por la voluntad y solidaridad que muestran para hacer feliz a una niña de dos años.

McGovern comenta que, en ocasiones, incluso los padres de los niños sordos no se molestan en aprender en lenguaje de señas. "La de Newton es una historia hermosa", afirma.

Los padres de la pequeña, por su parte, señalan que no hay palabras en ningún idioma para expresar su gratitud. "Somos muy afortunados", dice Rafael, el padre de Samantha. Su madre, Glenda, dice que lo que les está pasando es algo "impactante y hermoso".

Con unos meses de clases y algo más de práctica, los vecinos de este barrio de Newton podrán comunicarse con Samantha sin problemas y hacerla formar parte de su día a día.