Jamie no se imaginaba lo que iba a encontrar en el sofá de su casa cuando volvía de vacaciones. Al abrir la puerta encontró a dos ladrones manteniendo sexo en su sofá. "Fue absolutamente terrible, era como una fiesta. Entré y estaban teniendo sexo en mi sofá y lo único que se me ocurrió fue coger una escoba y golpear a ese hombre desnudo", confesaba Barnes a una televisión local.

Ella misma cuenta que persiguió al ladrón por toda la casa con una escoba y que la mujer consiguió escapar con joyas y ropa valoradas en más de 2.000 dólares. La fugitiva no tuvo suerte y fue interceptada por las fuerzas de seguridad y está en prisión preventiva. Por su parte el ladrón consiguió huir y sigue en paradero desconocido.