Emma Philips, de 24 años, ha confesado que tuvo que ir a urgencias porque tenía en su parte trasera un juguete sexual y no podían extraerlo, según informa Daily Mail. El juguete sexual desapareció y, en un primer instante, pensó que su novio lo escondió en la almohada. Pero luego sintió un zumbido en su interior y se dio cuenta que lo tenía dentro. Los jóvenes aclararon que el día anterior bebieron mucho, por ello no recuerdan cómo introdujeron el juguete.

La joven confesó que trataron de sacar el vibrador con el mango de un tenedor y unas pinzas de barbacoa, pero fue "un fracaso".

Finalmente tuvieron que realizar una cirugía para extirpar el vibrador, de 17,7 cm. Los médicos le dijeron que era grave ya que se encontraba muy arriba. "Al principio bromeábamos sobre ello, pero entonces nos dimos cuenta que era más grave. Se hablaba de pasar por el estómago si no podían sacarlo por detrás", ha explicado.

"El caso del consolador mortal", explicaba en Facebook. Emma ha advertido que no hay que tener miedo o vergüenza para pedir ayuda en situaciones embarazosas, "es un tema tabú", sentenció.