No hay delito en las palabras dedicadas por Ismael Prego, alias Wismichu, a su compañero youtuber Daniel José Santomé, conocido como Dalas Review. Así lo ha decidido un juzgado de Barcelona. La jueza absuelve a Wismichu de los delitos de injurias y calumnias por los que le denunció Dalas Review.

Pero para entender esta batalla digital debemos remontarnos a sus inicios. Ambos tienen ahora 27 años, pero su guerra comenzó hace mucho tiempo y siempre con sus seguidores (más de 9 millones cada uno) como testigos.

Fue primero Dalas Review el que comenzó sus ataques con vídeo al gallego Wismichu. Éste tardó en contestar, haciéndolo primero con indirectas o comentarios sarcásticos. Pero todo cambió el 4 de octubre de 2017, cuando Wismichu subió a su canal un vídeo titulado ‘Así es Dalas Review’. En él se refería a Santomé como "un miserable", "psicópata", "muy mala persona", "no es el angelito que todos creéis", "una hiena que aprovecha cualquier momento de debilidad para devorarte", "desgraciado" o "cabrón". Además, en el vídeo, Wismichu aseguraba que Dalas Review tenía "varias denuncias" por violencia de género, acoso y abuso sexual, y que daba palizas a su perro Argos.

Pero es que antes, según relata la sentencia, Dalas Review había colgado varios vídeos en los que había dicho que Prego lo amenazaba y le había dedicado expresiones como "no mereces vivir", "tu existencia es totalmente inútil en este mundo" o "eres una persona sin corazón". Incluso le atribuyó su fama a hacer "bullying" a personas con discapacidad y dos días antes de la respuesta de Wismichu insinuó que este había estado implicado en un intento de asesinato.

La jueza recuerda que en efecto hubo dos denuncias por malos tratos y otra por abuso y ciberacoso sexual contra Santomé, las dos primeras archivadas y la tercera resuelta con la absolución del "youtuber" en una sentencia dictada meses después de que su rival hubiese difundido el vídeo enjuiciado.

Prego fue acusado de calumnias por mencionar estos casos y acusar a Santomé de pegar a su perro, pero la jueza recuerda que esas denuncias "han existido", con independencia de que al final hubiese dos sobreseimientos y una absolución.

En cuanto a la denuncia de maltrato animal, la magistrada resuelve que Wismichu se basó en unas conversaciones "auténticas" en las que Dalas admitió que daba palizas a su perro.

Respecto a las injurias, la sentencia explica que el modo de vida de los dos "youtubers" es "su imagen pública", que les proporciona "grandes cantidades de dinero" a través de la publicidad que aparece en sus vídeos, en los que "ellos mismos desvelan su vida", por lo que "su intimidad está expuesta" de un modo "consentido".

Además, su relación también ha sido objeto de varios vídeos en los que hablan del otro, algo que ambos utilizan "como reclamo para sus seguidores". En ese contexto, continúa la jueza, en el vídeo de Wismichu tiene "más peso" el "animus criticandi" o el "animus defendendi", es decir, intención de criticar o defenderse, que el "animus injuriandi" o de injuriar. Un dato: el vídeo en cuestión ‘Así es Dalas Review’ tiene casi 20 millones de visualizaciones en YouTube. Bajo esta líneas puedes verlo.

Dalas Review pedía para Wismichu nueve meses de cárcel por calumnias y una multa de 15.000 euros por injurias, mientras que en otro procedimiento que se sigue en la vía civil por los mismos hechos ha solicitado una indemnización de 147.940 dólares.

El abogado de Wismichu explica que Dalas y otros "youtubers" han dirigido "todo tipo de insultos y acusaciones" contra su cliente, la jueza, los testigos y él mismo, de ahí que haya presentado dos demandas, una ya admitida a trámite por el Juzgado de Primera Instancia número 41 de Barcelona.