Evan Hempel es un joven que hace 16 años se proclamó transgénero porque no se sentía identificado con el sexo con el que había nacido, el femenino. Por eso, Hempel comenzó un tratamiento hormonal para poder, por fin, convertirse físicamente en un hombre, un sexo con el que se sentía identificado desde siempre.

Pero el joven, unos años más tarde, concretamente cuando tenía 35, tomó otra decisión que le volvería a cambiar la vida: dejar el tratamiento. Una decisión con un motivo tan importante como el de tener un hijo, un sueño que consiguió tras muchos intentos y esfuerzos.

Una lucha física y personal con final feliz que queda reflejada en las fotografías que su hermana ha colgado en las redes sociales en la que se puede apreciar al joven Evan dándole el pecho a su bebé.