Tito parecía domesticable. Con su color canela y sus largos bigotes blancos, su imagen era idéntica a la de cualquier cachorro de gato en sus primeros días de vida. Por eso, Florencia, una joven de Tucumán, no dudó en recogerlo cuando lo encontró en una cueva mientras paseaba junto a su hermano Lucas.
La joven ha afirmado al diario 'El Tucumano' que escuchó las quejas de un animal y acudió a ver qué era. Entonces se encontró a Tito y a su hermana, a la que denominó Dani. Los dos cachorros estaban amamantándose de su madre, fallecida, por lo que decidió cuidarlos. La pequeña Dani murió una semana después, pero Tito evolucionaba favorablemente y sus facciones se volvían cada vez más salvajes.
Más Noticias
Última hora en Oriente Medio | Israel exige la "desmilitarización total" de Gaza y la entrega de rehenes antes de la segunda fase del alto el fuego
Guerra Ucrania - Rusia | Zelenski lamenta la bronca con Trump y ofrece a Putin por primera vez una tregua parcial: "Es hora de hacerlo bien"
Muere el pianista y compositor Felipe Campuzano a los 79 años
El posible cuadro de Carlos Alcaraz en Indian Wells
Última hora del temporal | Alerta por lluvias en Comunidad Valenciana y otras cuatro comunidades

Al ver los cambios físicos del animal, Florencia llamó a la 'Fundación Argentina de Rescate Animal' para comunicarles los ocurrido. Allí, el veterinario determinó que realmente Tito no era un gato común, sino un yagouaroundi, también llamado gato moro, un mamífero carnívoro muy parecido al puma concolor que habita en sudamérica.
Ahora, el yagouaroundi ha sido trasladado a la Reserva Horco Molle de Yerba Buena, un área protegida de la región donde se protegerá al ejemplar. "Espero verlo lo más pronto posible, lo extraño mucho. En la noche siento que en cualquier momento saltará a mi cama para dormir conmigo", ha lamentado la joven Florencia.