En el momento en el Scott Linden comenzaba a hacer su trabajo, aparece detrás de él una simpática invitada que no deja de sonreír, mirar, peinarse y saludar a la cámara, completamente ilusionada por salir en televisión.
Georgia Knoll, una mujer con Síndrome de Down quiso tener su minuto de gloria en televisión y lo tuvo. El reportero al darse cuenta de lo que estaba sucediendo detrás de él y ver a la mujer ilusionada, se muestra atento con ella y le pregunta si quiere saludar a alguien por la televisión.
Sin dudarlo ni un momento, Knoll se pone delante del micrófono y saluda a sus padres: "¡Hola papá, hola mamá! ¡Os quiero!" y acto seguido, desaparece, emocionada de la imagen.