El personal del centro veterinario de Massapequa, en Nueva York, ha acogido a un gato recién nacido abandonado por su madre en plena calle. Al rescatarlo, observaron que el animal sufría una parálisis en las patas traseras, por lo que decidieron construirle una silla de ruedas para que pudiera desplazarse.
Pero la silla de ruedas tenía que ser acorde con el tamaño del animal, por lo que decidieron construirla con piezas de Lego. El singular invento le está permitiendo realizar ejercicios y, según declaraciones del responsable del centro veterinario, el doctor Horowitz, 'Mac', como se llama el animal, "está empezando a recuperar poco a poco su movilidad en las patas".
El vídeo, en el que se puede ver al animal desplazándose por el suelo y nadando en una pequeña piscina, está siendo muy comentado en las redes sociales, debido al gran gesto del personal del veterinario.