Querer llevar pantalón corto en su oficina hizo que un joven británico, Joey Barge, tuviera que volver a casa para cambiarse de ropa. Las normas de su empresa no le permitían llevar esta prenda, así que como forma de protesta, Barge decidió ponerse un vestido de su madre.
A través de las redes sociales, el británico fue compartiendo cómo ocurrió todo y como se presentó en su trabajo sin ningún tipo de complejo con el vestido.
Poco después de volver a su oficina, los responsables de la empresa, un call-centre, decidieron dar marcha atrás y permitir que los hombres lleven pantalones cortos.
En declaraciones a MailOnline, Barge ha explicado que después de que cambiaran las normas, le ofrecieron irse a casa para cambiarse. Sin embargo, él decidió quedarse: "Me dijeron que el vestido era demasiado colorido y que si quería cambiarme, pero les dije que estaba bien". Sin duda, su pequeño gesto ha servido de mucho.
Más Noticias
Guerra Ucrania - Rusia | Los líderes de la UE acuerdan un plan para rearmar Europa ante la "amenaza existencial" de Rusia y el giro de EEUU
La consejera extremeña de Agricultura se beneficia de unas ayudas para su terreno familiar que ella misma creó
Última hora del temporal | Carreteras destrozadas y ramblas desbordadas: Murcia mantiene el aviso amarillo por las fuertes lluvias
Ramblas desbordadas, calles anegadas y coches arrastrados: las lluvias torrenciales se ceban con Murcia
Las víctimas de Joel Le Scouarnec relatan los abusos del excirujano: "Todas las noches en mis pesadillas escucho su respiración"


