Algo característico de las todas las bodas es la cantidad de regalos especiales que se reciben por parte de amigos y familiares, que hacen que el día sea aún más especial si cabe.

Kathy y Brandon Gunn se casaron en el año 2007 y entre los muchos presentes que recibieron, uno destacó por encima de los demás, era de la tía de Kathy y en su envoltorio tenía escrito: "No abrir hasta la primera discusión".

Pasaron meses, incluso años, y la pareja estadounidense se negaba a abrir el paquete porque no querían sentir que una simple discusión pudiera haber acabado con la relación, para ellos era como una especie de fracaso. "Obviamente, ha habido un montón de discrepancias, discusiones y portazos a lo largo de estos nueve años. Incluso hubo un par de momentos en los que ambos nos planteamos rendirnos… pero nunca abrimos la caja", explica Kathy en una publicación en Facebook.

Sin embargo, en mayo de 2016, nueve años después del enlace, decidieron que, aunque no estaban muy seguros de hacerlo, era el momento de abrir el misterioso regalo. "Nos obligaba a reevaluar la situación", asegura Kathy. "¿De verdad era el momento de abrir la caja? ¿Y si no era nuestra peor discusión? ¿Y si teníamos por delante una peor y ya no teníamos la caja para esa? Como decía mi tío abuelo Bill, nada es tan malo como para no poder empeorar".

Cuando abrieron la caja, en su interior encontraron copas de vino, un jarrón, un lote de jabones para el baño, algo de dinero y una nota para cada uno. La de Kathy decía "compra gambas, pizza o algo que os guste a los dos, y prepara un baño". Mientras que el mensaje para Brandon era “compra flores y una botella de vino".

Los Gunn se dieron cuenta de que no fue la caja la que les ayudó a solucionar sus problemas, sino que fueron ellos mismos los que construyeron una relación fuerte, a pesar de las discrepancias y las discusiones. "Nuestro matrimonio se fortaleció cuando nos convertimos en mejores amigos, socios y compañeros de equipo. Decidimos abrir la caja porque tuve una revelación. Me di cuenta de que las herramientas para crear y mantener un matrimonio fuerte y sano nunca estuvieron dentro de una caja, sino dentro de nosotros", concluye Kathy.