La pareja de Lee, el hombre que graba el vídeo, Jenna Crozier, se encontró que el cartero les había entregado un paquete que correspondía a un vecino y lo escondió detrás de la puerta, pensando que era un lugar seguro.
Cuando la pareja británica regresó a casa encontró que su cachorro labrador, Bonnie, había roto el paquete y estaba jugando con algo muy inesperado.
Lee asegura que bajó las escaleras y al principio pensó que era un juguete. "Entreno perros y tengo juguetes muy similares", afirma.
Pero cuando se acercó a ver qué era se llevó la sorpresa: no se trataba de un juguete para perros, sino de un juguete sexual. "No quería tocarlo y no quería que el vecino pensara que lo había tocado, así que lo acordoné como una escena de crimen".
En el vídeo aparece el perro jugando con el consolador, moviéndolo de un lado a otro y rodeado de pedazos de cartón.
"Cuando vi lo que era, pensé que era lo más divertido de todos los paquetes que podía haber cogido, tenía que ser lo más secreto que pudieras tener", cometa Jenna, según The Sun.