Ángel Gabilondo ha lanzado un mensaje de tranquilidad y ha dicho encontrarse "bien" a su salida este viernes del hospital Ramón y Cajal, donde ha pasado la noche en observación por una arritmia detectada por la tarde cuando acudía a vacunarse contra el coronavirus.
El candidato del PSOE en las elecciones del 4M ha reconocido que la intensidad de la campaña ha podido influir pero que "es un cúmulo de cosas". Y ha ironizado con las "campañas de 15 días", ya que, como ha recordado, han sido casi dos meses -en concreto, 54 días desde que se convocaron las elecciones-, "lo cual ha sido muy exigente para todos, al igual que para la ciudadanía".
"Ese clima de exigencia permanente y de tensión emocional tan fuerte ha podido influir", ha dicho a los medios de comunicación a las puertas del hospital. Ha insistido, no obstante, en que "no es una única causa", y que "mentiría si dijera que ese esfuerzo y esa tensión emocional cuando luchas por algo afecta. El corazón va contigo".
Sin embargo, ha quitado hierro al asunto e incluso ha bromeado con su edad, tiene 72 años: "Yo también tengo que asumir que ya tengo una edad determinada... Es una forma de decir que ya no soy un chaval".
Ha explicado cómo se percató de la afección cardiovascular: "No fue al vacunarme, sino al subir las escaleras antes de vacunarme. No sé qué designios me dieron el privilegio de que fuera entrando a un hospital. Si no, habría sido más complicado".
Precisamente ha enfatizado en las inyecciones por si esto puede generar alarma social: "Que nadie piense que si te vacunas te va a pasar esto... Esto ocurre si llevas una determinada forma de vivir que todos tenemos que cuidar".
"Ten cuidado que son muy listos"
Ángel Gabilondo, tranquilo y acompañado por el director médico del Hospital Ramón y Cajal Agustín Utrilla, ha bromeado con la prensa ante las preguntas al profesional sanitario: "Ten cuidado que son muy listos: cuando preguntan por mi vida tranquila están preguntando por alguna otra cosa".
Tras asegurar Agustín Utrilla que "será el cardiólogo el que decida si tiene que llevar o no una vida más tranquila", Ángel Gabilondo ha pedido un poco de intimidad: "Estoy aquí como un paciente y ahora esto forma parte un poco de mi vida personal, pero con el respeto de ustedes yo me siento muy bien contándoselo. De otras cosas hoy prefiero no hablar".
Sobre si "ha echado en falta la visita de alguien del partido" después de que Ayuso se personara para ver cómo estaba, ha seguido en su línea graciosa: "Si tiene unos días libres le dejo mi teléfono. Todo el mundo ha estado muy encima, y no han sido saludos protocolarios. He sentido el cariño, el afecto y el respeto de mucha gente".
Parte médico
El Hospital Ramón y Cajal ha dado a conocer el parte médico de Ángel Gabilondo. En él se puede leer que cuando acudió a vacunarse "presentaba sensación de mareo e inestabilidad grave". Tras ser observado, se le diagnosticó con fibrilación auricular rápida con "una frecuencia cardiaca de 170 latidos por minuto". En el centro "se le realizó un electrocardiograma y una cardioversión eléctrica que permitió revertir la arritmia".
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