La catedrática de Química Analítica de la Universidad de A Coruña, Soledad Muniategui, señala que los pellets analizados en el laboratorio están formados por polietileno con varios aditivos. Entre ellos un protector solar. Así, la experta señala que estas granzas tienen un riesgo físico, que se observa por la propia partícula, y un riesgo químico, por la presencia de los aditivos.
Así, reconoce que pueden producir obturaciones, fundamentalmente en el organismo marino que lo pueda ingerir. "Quedará en el estómago, en el caso de peces y aves", añade en directo. Sin embargo, señala que tienen que analizar todavía el riesgo químico del aditivo que contiene la granza. "Dependerá de la biodisponibilidad de ese compuesto que pueda pasar a los organismos", explica.
Si bien es cierto que las bolas van a ir absorbiendo otros contaminantes del mar. También se irán rompiendo y convirtiéndose en micro plásticos. En cualquier caso, recuerda que el compuesto está reconocido por la Agencia Europea de Compuestos Químicos "como peligroso para los organismos acuáticos". Los expertos solicitan a la empresa fabricante que informe de todos los compuestos para saber las consecuencias que pueden tener.