El presidente de la Federación Española de Fútbol besó a la futbolista Jenni Hermoso tras la victoria de la Selección en el Mundial. Además, también se dedicó a realizar gestos obscenos desde el palco. Unas actitudes por las que ha recibido una gran oleada de críticas.
Carlos E. Cué ha dejado claro que este no es un acto que deba quedar como "una anécdota", asegurando que se trata de un claro ejemplo de "abuso de poder". El periodista ha recordado que Rubiales es el jefe de esta jugadora, siendo la persona que decide quién va a la Selección y quién no.
Un hecho que hace que ella "no tenga libertad plena para reaccionar" ni para "hablar libremente" después. "Si ella quisiera armar un gran escándalo y decir que le parece fatal, tendría muchos problemas", ha indicado Carlos E. Cué. Además, ha confesado que está seguro de que habrá recibido mensajes para que "suavice" lo sucedido.