El contable de Nóos está imputado por ocho delitos. Y ocho son las páginas de su escrito en el que desmenuza el funcionamiento de la trama que según él controlaban los dos socios para quedar con dinero público.

Les apunta directamente como los jefes que acumulaban el poder absoluto. Tejeiro dijo que no se iba a comer el marrón y esta está siendo su vía de escape. El jueves lo entregaba el fiscal Horrach. Escribe literalmente: "pese a que el Instituto Nóos actuaba bajo la forma jurídica de asociación sin ánimo de lucro, materialmente funcionaba como una mercantil".Así que sí tenía fines lucrativos. Y además, valiéndose de su forma jurídica para conseguir convenios con las administraciones públicas".

Sigue tirando de la manta y dice que de empleados nada. Si eso, ficticios. Así que ese dinero que supuestaente se les pagaba acababa en los bolsillos de Urdangarin y Torres. No nombra directamente a la infanta Cristina pero tampoco la deja fuera. Queda involucrada cuando habla de Aizoon, la empresa pantalla, dice, que compartían los duques de palma.

Aizoon carecía de infraestructura personal y de medios relevantes, y todas las facturas tenían por finalidad desviar a su favor fondos recibidos de Nóos. Y no acaba aquí.

Asegura que empezaban a trabajar en los proyectos de los gobiernos Valenciano y Balear antes de su adjudicación, que los precios inflados, y además de las facturas falsas. También había desvío hacia el extranjero ocultando a los verdaderos beneficiarios. Más claro no ha lo ha podido dejar.