El president de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, ha asegurado que el cierre de Radiotelevisión Valenciana es "innegociable" y que se va a seguir un proceso "rápido" para proceder "cuanto antes" al cese de las emisiones de la cadena pública.
Canal Nou presenta una deuda de 1.300 millones de euros, una cifra escándalosa. La televisión autonómica ha sido utilizada como juguete propagandístico por algunos dirigentes políticos. Antonio Miguel Carmona cree que "la demogogia no tiene límites". Carmona denuncia que desde sus inicios el Partido Popular convirtió RTVV en un instrumento de pura propaganda. "No han sabido gestionarla correctamente, y ahora pagan los platos rotos los trabajadores".
Carmona considera una "vergüenza" que Fabra compare el cierre de la televisión pública con el cierre de una escuela o un hospital. Antonio Pérez Henares defiende que una televisión con 1.660 trabajadores es un "monstruo insostenible". Henares reconoce que la gestión insostenible del ente público no es culpa de los empleados, pero insiste en que los costes de RTVV eran brutales.