PSOE y Unidas Podemos se reúnen por segunda vez tras la investidura fallida de Pedro Sánchez para negociar. Mientras el PSOE defiende llegar a un acuerdo programático para formalizar un Gobierno progresista, desde Unidas Podemos insisten en la fórmula de Gobierno de coalición.
Para el analista político Antoni Gutiérrez-Rubí, las negociaciones van "algo más allá del programa" y resalta la importancia de la "química personal" entre los líderes políticos de ambas formaciones. Como, según el analista, no hay química "da la sensación de que vamos a unas nuevas elecciones".
Además, destaca que el cálculo demoscópico, es decir, las encuestasque dan un aumento de apoyos al PSOE, está siendo algo decisivo. "Es como si el resultado electoral anterior no fue satisfactorio para todo el mundo. Es un cierto desprecio hacia el electorado y los votantes se pueden ir a la abstención o sentirse enfadados porque los que han tenido la oportunidad de llegar a un acuerdo de gobierno, los propios políticos, no lo han hecho", reivindica el consultor.
También explica que aunque "esta negociación pueda resolver un acuerdo", este Gobierno empezaría con "profundas desconfianzas y con fecha de caducidad". "No sé si con estas condiciones es posible llegar a ese acuerdo que España necesita", añade.
Por último, vuelve a insistir en la relevancia de la desconfianza manifestada por los líderes: "Sin confianza personal no va a haber ni un acuerdo de gobierno, ni programático, ni estabilidad parlamentaria. Tienen que saber si juntos pueden competir y colaborar virtuosamente", concluye.

Piden una regulación estricta
La lucha de los ludópatas por prohibir las tragaperras en los bares: "Un café te puede costar 300 o 400 euros"
Los detalles Más de 15.000 personas han firmado una petición para regular el acceso a las máquinas de juego en bares y cafeterías, que son el punto de entrada de muchos menores al juego y ponen en peligro el tratamiento de los adictos que se autoexcluyen.