Continúa el colapso en el hospital Virgen de la salud de Toledo. A primera hora de la mañana, 20 pacientes ingresados permanecían en los pasillos porque no había sitio para subirlos a planta. Los pacientes tienen que comer y hacer sus necesidades en los pasillos, con ausencia total de privacidad.

Cristina García fue una de las primeras en denunciar la situación. Su padre ingresó el Día de Reyes con una rotura de cadera, y tuvo que permanecer 20 horas ingresado en un pasillo. "Nos encontramos con un caos enorme nada más entrar. Mi padre quedó literalmente aparcado en un pasillo, junto a otros pacientes en las mismas condiciones o peores".

Cristina recuerda que reinaba el caos entre el personal hospitalario. "Se veía una carencia absoluta de personal. Intentan por todos los medios que los pacientes estén atendidos y hacen todo lo que pueden, pero no hay suficiente personal. Es horrible ver hacinadas las camas en un pasillo de urgencias".