Algo está cambiando en los españoles en cuanto a los sentimientos religiosos. España ha dejado de ser un país mayoritariamente católico, al menos en las formas. Según la última encuesta del CIS, dos de cada tres españoles siguen considerándose católicos (66%), pero solo el 22,7% reconocer que va a misa.
Esto choca con la gente que opta por dejar de lado el catolicismo: el 7,5% de los encuestados se consideran agnósticos, el 8,3% se muestran indiferentes y el 13,3% son ateos.
Jesús Bastante, redactor jefe de 'Religión Digital', explica que estos datos preocupan a la Iglesia, pero reconoce que también "es muy difícil de solucionar". "España sigue siendo culturalmente católica, pero cada vez menos", cuenta.
Esos datos son se agravan además si nos centramos en la edad: "Los católicos menores de 25 son menos de un 1%, casi han desaparecido de la practica católica", explica el experto..
Así, considera que, de cara al futuro, "en 10-15 años no podemos decir que España es católica". El gran problema, indica, "sigue siendo el de la institución, demasiado preocupada por el poder y el dinero y arrasada por el horror de la pederastia y la falta de respuestas".
"La Iglesia ha estado durante varios siglos marcando la agenda y desde hace unas décadas ya no lo es. No ha sabido evolucionar y colocase al ritmo de respuesta que tiene la sociedad", lamenta Bastante.