Pese a que la macroencuesta del CIS arroja una victoria clara del PSOE, el politólogo Pablo Simón recuerda que esta encuesta empezó a realizarse incluso antes de que se convocaran las elecciones y de que se constituyesen las candidaturas, además de antes de con carácter previo a la exhumación de Franco y la sentencia del procés. Por eso, dice, sus resultados deben tomarse "como una foto fija" y valorarse "con mucha cautela".
Asimismo, resalta que la desmovilización puede ser mayor de lo esperado. "La campaña electoral puede ser aquí muy decisiva y tal vez haya cambios de última hora o elementos que no estamos capturando en los sondeos y más gente de la que pensamos pueda quedarse en casa finalmente el 10 de noviembre", advierte.
En cuanto a la subida del PP que pronostica el CIS, Simón apunta que, si se confirma la caída de Ciudadanos, "el sistema electoral va a ser un propulsor natural de su número de escaños". Sin embargo, indica que "el votante de Vox está muy movilizado" y "fidelizado" y que una parte importante de su crecimiento "se produce de votantes que salen de Ciudadanos", lo que "cortocircuita" que el PP pueda acercarse mucho al PSOE.
En la izquierda, en cambio, "Unidas Podemos resiste bastante bien". "Es útil el sistema de confluencias para retener mejor los votantes", reflexiona el politólogo, que apunta a que Más País entra "en las circunscripciones más proporcionales", como Madrid y Valencia.
No obstante, ha reiterado, "hay que ser muy cautos" hasta ver con qué extremo de la horquilla de escaños se quedan los partidos de cara a las sumas parlamentarias, ya que "pequeñas variaciones pueden tener un impacto decisivo" en este sentido.