Tomás Gómez, secretario general del PSM, confiesa que "el día de su dimisión como senador no fue el mejor día de mi vida". Gómez asegura que le costó mucho renunciar a su acta parlamentaria, pero insiste en que debía guardar la coherencia debida.

Gómez recuerda que las movilizaciones de los profesionales sanitarios comenzaron hace un año y un mes. "Nos costó mucho demostrar que el PSM estaba con la gente en la lucha contra la privatización sanitaria. Si yo he recusado a Martínez Tristán, no puedo apoyar una lista en la que aparece".

El secretario general del PSM no entiende por qué nadie acepta que su renuncia como senador no responde a ninguna estrategia, "más allá de defender mis principios e ideales". Gómez insiste en que su renuncia ha sido una cuestión de ideas y coherencia.