El incremento de las incidencias en los trenes durante los meses de verano han provocado un aumento de las quejas de los viajeros que tienen que esperar durante horas en las estaciones o que en mitad del viaje son testigos de los fallos de la infraestructura. Una crisis que el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, ha reconocido pidiendo paciencia porque la inversión para renovar el material y las infraestructuras llevará tiempo.

José María Camarero ha desvelado cómo todo esto está afectando económicamente. El periodista ha recordado que hace pocas semanas Renfe decidió cambiar su política de devolución del dinero cuando sufrían retrasos los trenes.

"Se ha ampliado a más tiempo porque solo el año pasado se gastó 42 millones de euros en devoluciones por todos los retrasos que sufrían", ha señalado.

Sin embargo ha destacado que ahora ya no es el único operador, indicando que ha surgido competencia con nuevas compañías. De esta forma, aunque no tengan la misma dimensión que Renfe, Camarero ha señalado que si el cliente ve que para determinados trayectos "puede optar por otra alternativa, lo hará".

Por tanto, ha señalado que también existe un asunto "reputacional" sobre el que cree que Renfe debería "reflexionar". "Cuando hay más competencia, te tienes que poner las pilas para evitar esa fuga de clientes", ha advertido.