Durante su entrevista en Al Rojo Vivo, Oriol Junqueras ha bromeado con la posibilidad de su retorno a prisión que, tras la decisión de la Fiscalía de recurrir su tercer grado (por el que hasta ahora podía abandonar el recinto penitenciario), se antoja como un hecho más que posible.
"Mañana me encerrarán. Señor Ferreras, piense que igual no tenemos ocasión de volver a hablarnos durante mucho tiempo", le dice el político catalán al presentador, que responde: "Aunque esté en prisión, seguimos dispuestos a entrevistarle".
Este guiño se ha producido durante la conversación del presidente de ERC con Ana Pastor, que también ha intervenido ante sus lamentos: "No tendrá queja usted, que ha estado aquí durante muchos minutos. Aquí le estamos escuchando", expresa la periodista.
La Fiscalía ha recurrido el tercer grado de los nueve condenados por el procés. Esta decisión se ha consolidado tan solo un día después del 14F, de modo que algunos implicados, entre ellos Junqueras, han podido mostrar apoyo a sus respectivas candidaturas durante la campaña.
De este modo, de acuerdo con lo que solicita el Ministerio Público, "no procede la progresión a tercer grado del interno". Así, piden que Bassa, Forcadell, Sánchez, Cuixart, Junqueras, Forn, Rull, Turull y Romeva ingresen de nuevo en prisión.
Junqueras insiste en que no pactará con el PSC
Asimismo, más allá de las bromas entre entrevistado y presentador, Junqueras ha vuelto a insistir en su negativa a formar acuerdos con el PSC: "Somos las dos fuerzas políticas más contrapuestas del Parlamento. Es evidente que estamos en posiciones muy, muy, muy, muy alejadas", ha afirmado.
En este sentido, el político catalán revindica a los republicanos como la única fuerza con capacidad para formar un Govern tras los comicios, y deja un recado para el PSOE: "El PSC hará lo mismo que Ciudadanos hace cuatro años: quedó por delante en escaños (en este caso ni siquiera eso) y no le sirvió de nada, porque no es capaz de generar alianzas en su entorno".
En cuanto a sus diferencias con Salvador Illa, Junqueras insiste en que está "en las antípodas" políticas con respecto a los socialistas: "El PSC encarna los valores de una monarquía corrupta y decadente; nosotros los valores de una república. El PSC es un partido con un historial de corrupción; y el PSC se ha manifestado con la extrema derecha repetidamente, estaba dispuesto a aceptar sus votos", sentencia.