El periodista Ernesto Ekaizer afirma que "la declaración de Bárcenas ha dado muchos nombres y muchas actividades que deben ser controladas, pero lo que está claro es que los altos cargos del PP habrían dado su aprobación a este sistema". Por tanto, afirma, "la declaración de Cospedal, Álvarez Cascos y Arenas es obligada".

Por su parte, Pilar Gómez aprueba la decisión del juez Ruz: "Bárcenas citó a una serie de personas en sus declaraciones, y veo lógico que puedan dar su versión ante el juez".

Manuel Rico es mucho más crítico: "Bárcenas no está colaborando con la justicia, pero el PP tampoco", afirma, "Los populares han estado cuatro años torpedeando y tratando de que se archivase el caso. Que el partido que gobierna no colabore con la justicia es condenable".

El periodista está convencido de que "la decisión de Ruz tiene una componente política. En el entorno de Cospedal había un cabreo inmenso con la Fiscalía Anticorrupción y con Gallardón porque hubiese pedido sólo la declaración como testigo de Cospedal".

Como consecuencia, "el juez Ruz dice que, por coherencia, llama a los tres. Pero para que la coherencia fuese completa, le faltan dos secretarios generales: Mariano Rajoy y Ángel Acebes", sentencia Rico.

Carmelo Encinas se atreve a hacer su pronóstico: "Creo que el juez Ruz va a llamar a más gente, que también han sido señalados y que estamos deseando saber cuál es su versión de los acontecimientos". Este sería el caso, según Encinas, "de Javier Arenas, después de su silencio de los últimos meses".