Tratar a los refugiados como animales enjaulados, una vergüenza para Hungría y para Europa
El trato denigrante en Hungría a los refugiados debería revolver todas las conciencias. En la frontera entre Hungría y Serbia, unos 300 refugiados han intentado recoger los alimentos que les da la Policía en una especie de pabellón. En él, los agentes les arrojan la comida a la cara. En la frontera de Grecia con Macedonia, la Policía trata a palos a los refugiados, una imagen impresentable para Europa.
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