Los miembros del Gobierno han decidido no opinar públicamente sobre la entrevista de José María Aznar hasta que no hable Rajoy. No obstante, según informa Cristina Pardo, fuera de cámara admiten que las declaraciones han sido "tremendas", y que son "palabras de deslealtad". También hay quien dice, en tono de broma, que "por fin el Gobierno tiene un jefe de la oposición".

Los dirigentes del Partido Popular no estaban tan contenidos como los miembros del Gobierno. Fuera de cámaras hablan de "vergüenza", "de la mala leche de Aznar", o le definían como "un jarrón chino". Según Cristina Pardo, "desde el Partido Popular aseguran que la entrevista de Aznar fue acojonante".