Donald Trump insiste en tachar los comicios de "fraude" -pese a la falta de pruebas- y reivindicar para sí la victoria en las elecciones de Estados Unidos.
Pero las acusaciones del presidente saliente no son nuevas. Y es que Trump lleva toda la campaña electoral 'advirtiendo' a sus seguidores de los "peligros" del voto por correo y blandiendo una y otra vez el fantasma del 'pucherazo'.
Así lo muestra el vídeo recopilatorio de El Objetivo que acompaña estas líneas, en el que Trump habla de "fraude" una y otra vez. "Un gran porcentaje de estas papeletas desaparecerá. Habrá fraude", aseguraba antes de la celebración de los comicios.
Sin embargo, tampoco es la primera vez que hace esto: ya en la campaña electoral de 2016 ocurrió exactamente lo mismo. Entonces, el candidato republicano aseguró que habría trampas y que, si no ganaba, sería por culpa de un fraude. "Aceptaré totalmente los resultados... si gano", llegó a afirmar.
Durante aquella campaña, en la que se enfrentaba a Hillary Clinton, el magnate llegó a afirmar que votarían "personas muertas hace 10 años" e "inmigrantes ilegales". "Me temo que las elecciones estarán amañadas", aseveraba entonces, señalando que el sistema era "fraudulento".
"Hace cuatro años decía exactamente lo mismo, pero entonces ganó, aunque perdió en el voto popular", ha recordado Antonio García Ferreras en Al Rojo Vivo.
Por ello, unos meses después de haber sido elegido presidente, Trump montó una comisión de investigación sobre ese supuesto fraude electoral a gran escala que, según él, habría dado a Clinton el voto popular: la demócrata le sacó unos tres millones de votos.
Alegaba que millones de inmigrantes ilegales habían votado a favor de los demócratas y que esa era la razón por la que había perdido el voto popular. Sin embargo, a principios de 2018 se disolvió aquella comisión sin encontrar fraude alguno, según explica Emilio Doménech desde Nueva York.