Paqui Maqueda, presidenta de la Asociación Nuestra Memoria, ha sido una de las pocas personas que han vivido la exhumación de los restos mortales de Queipo de Llano desde la basílica de la Macarena de Sevilla. Eran las 2:20 y tan solo algunos periodistas, la familia del general franquista y un par de vecinos observaban cómo una furgoneta trasladaba sus restos. Ahora, Paqui, con numerosos familiares asesinados por orden del general, ha explicado en Al Rojo Vivo que la capital andaluza "tiene un aire mucho más limpio democráticamente hablando".
"Estaba dormida cuando me llamó una amiga mía que es familiar de víctima también. Me llamó llorando diciendo que lo estaban abriendo. Cogí mi coche y me planté en la basílica de la Macarena. Lo viví con muchos nervios, pero después muy satisfecha por el movimiento memorialista que tenemos en Sevilla", ha indicado en declaraciones a laSexta, donde ha reivindicado que "había que sacarlo por compasión, por humanidad, por una cuestión de derechos humanos...".
Durante la madrugada, y ante los elogios de los familiares del general franquista a su féretro, Paqui Maqueda no ha dudado en revivir la memoria de sus antepasados gritando algunos de sus nombres y otorgando "honor y gloria" a todas las víctimas: "Mi bisabuelo, mi tío abuelo, mi abuela... grité nombres de mi familia que ayer cuando la familia de Queipo de Llano irrumpió aplaudiendo la salida de Queipo y gritando '¡Viva Queipo!', yo entendí que es el momento de las víctimas. El estado español nos mira hoy a los ojos y nos dice 'es vuestro momento'. La familia de Queipo no iba a poner el punto final. Ahora nos toca a nosotros".
"Grité el nombre de mi familia, era de barriga Antonio, no lo pensé, me salió", ha aseverado Maqueda, que ha explicado cómo su familia se quedó sin casa, algunos de sus miembros fueron encarcelados y otros fusilados. No obstante, ha querido reivindicar el honor de todas las víctimas del franquismo: "Son heridas. Son cientos de casos, son muchos los que empujamos pidiendo justicia, reparación".
Paqui Maqueda ha asegurado así sentir "el orgullo de haber sido testigo de que el responsable de la matanza, del sufrimiento de su familia haya salido de un lugar de privilegio".