La renuncia a la que se ha visto obligada a hacer la deportista olímpica Ona Carbonell, a la que el comité organizador de los Juegos de Tokio le ha impedido llevarse con ella a su bebé de once meses, que está en periodo de lactancia, ha causado el hartazgo de la presentadora de Al Rojo Vivo, María Llapart.
"¡Qué hartas estamos de tener que renunciar a cosas que nos importan por igual!", ha denunciado Llapart. Lo cierto es que Carbonell estaba ante la espada y la pared. O escogía Tokio o a continuar con la lactancia de su hijo Kai. Algo a lo que no debería estar obligada y, en principio, parecía avalado por el Comité Olímpico.
Pero, tras el cambio de parecer del Gobierno de Japón y las drásticas restricciones impuestas para los deportistas, Ona Carbonell, que es la líder de nuestro equipo de natación sincronizada, ha tenido que decantarse por dejar a su hijo en casa durante su participación en Tokio 2021.
"Quería manifestar mi decepción y desilusión porque finalmente tendré que viajar sin él", ha afirmado la deportista en un vídeo denuncia en redes sociales. "Nuestra única posibilidad es esperar al fin de esta pandemia para que vuelva la normalidad, y con ella las medidas necesarias para que la conciliación familiar y deporte de élite durante una competición sea más fácil para todos".
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