Las grandes preguntas sobre el vídeo de la infanta son cómo se grabó y quién es el responsable. El control de seguridad era estricto hasta el punto de que el bolígrafo del fiscal Horrach se desguazó completamente y se inspeccionaron los llaveros de los funcionarios. Algunos abogados afirman que les revisaron desde la funda de las gafas hasta el reloj. 

¿Cuánta gente había en la sala? Alrededor de 50-60 personas, había abogados defensores, fiscales, acusación popular y también funcionarios del Juzgado.

Acerca de cómo estaban situados, cabe destacar que se encontraban frente a la infanta, escoltando al juez Castro, la secretaria judicial y el juez de refuerzo. En el lado izquierdo, abogados de la infanta. A la derecha, Fiscal Horrach, abogado del estado y Manos limpias. 

Si se presta atención a la bancada, en el lado izquierdo abogados del resto de defensas y en el derecho, abogados de uno de los acusados, Robert Cockx, el abogado de Iñaki Urdangarin, varios funcionarios del juzgado (alrededor de 5) y también policías, encargados de controlar que nadie grabase.

A pesar de los intentos para evitar que se grabara a la infanta, no se consiguió. El sistema falló. Las medidas de seguridad eran extremas, empezando por el acceso a los juzgados a pesar de que la infanta cristina ni siquiera pasara por el arco de seguridad. Fue la única, el resto SÍ tuvo que hacerlo. 

La grabación parece que está hecha a pocos metros de ella y desde el lado derecho. La cámara, evidentemente, tendría que ser un dispositivo pequeño y,  no se trataría de unas gafas sino más bien de una microcámara colocada en el interior del botón de una chaqueta.

La imagen se habría invertido, se habría usado el efecto espejo para despistar. Además, en el techo se ve la disposición del aire acondicionado, de la madera. Esto hace pensar que quien realizó la grabación podría estar colocado en la bancada de la derecha.