El presidente de Castilla y León, Juan Vicente Herrera,  ya se ha opuesto al que es el último, de momento, recorte a la sanidad. Herrera ha pedido que se retire el copago del 10% a los enfermos crónicos y graves que precisen medicamentos de dispensación hospitalaria. Dice que lo pide por coherencia y porque no va a suponer un gran ahorro ya que son medicamentos que se consumirán sí o sí.

Por el contrario, Jose Ignacio Echániz, secretario nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del PP, opina que la reforma que ha emprendido Ana Mato ha permitido que los más vulnerables paguen menos. Según sus propias palabras publicadas en la página web del Partido Popular, los más vulnerables son los desempleados sin prestación y que "son los únicos que se quedan fuera de una reforma que va a hacer pagar a todos". En realidad, este tipo de medidas afecta a los ciudadanos desde el pasado julio del 2012.

El copago farmacéutico que entró en funcionamiento el 1 de julio obligaba a los asalariados a pagar entre un 40% y un 60% los medicamentos que se recetan. Sin embargo, por primera vez en la democracia española, los pensionistas también se debían hacer cargo de este gasto en función de su renta pagando entre un 10% y un 20% del precio de sus medicinas.

En cambio, los españoles ya pagan otros medicamentos en su totalidad. Desde hace un año, muchos antigripales o antiinflamatorios corren al 100% por cuenta del ciudadano, y así hasta 425 medicamentos de uso cotidiano. Asimismo, los españoles se tienen que hacer cargo del pago de las ambulancias con una media de 5 euros por trayecto y un máximo de 20 y hasta 60 euros.

El copago se extiende incluso en las prótesis, sillas de ruedas y alimentación especial. Cayo Lara, coordinador general de Izquierda Unida, ha declarado: "La radicalidad a la dureza de las medidas en sanidad a los desfavorecidos en este país le importa al PP un pimiento".

Además, el próximo 1 de octubre, entrará en vigor el copago para fármacos que se dispensan en hospitales y que afecta a enfermos con dolencias graves o crónicas. Por ello, enfermos de cáncer, de VIH, artritis, tuberculosis o hepatitis pagarán un 10 % de los productos usados en su beneficio con un tope de 4,20 euros por envase. Pero, se debería tener en cuenta, que muchos de estos enfermos precisan de más de un envase por mes.

Desde que se publicó en el BOE la nueva medida, Ana Mato, ministra de Sanidad, no ha hecho ninguna declaración.