Una triple valla impide el paso de inmigrantes desde Marruecos hasta Melilla. Para ello está cargada de "elementos" como alambres y cuchillas. 

Existen varios pasos fronterizos oficiales, torres de vigilancia cada medio kilómetro y también sofisticadas cámaras. Si se analiza un tramo de la frontera, se aprecia una primera valla de alambre de seis metros de altura y con cierta inclinación para dificultar el paso. 

El resto de elementos está conformado por mallas antitrepa, una alambrada muy tupida que impide agarrarse y, lo que más daño hace, las concertinas, que llegan a ser de hasta seis centímetros.

Si los inmigrantes tratan de superar todo ello, les espera una red de cables de acero, una sirga tridimensional que se encuentra entre estacas de entre uno y tres metros. Se trata de un cableado colocado para evitar el acceso a la última valla. 

A pesar de la existencia de frontera, los inmigrantes tratan una y otra vez de alcanzar el territorio español y, como se ha visto recientemente, muchos de ellos lo consiguen.