El juzgado de Nules es el que se encarga del caso. En este tiempo, el vaivén de jueces y fiscales ha sido tremendo. Algunos dejaban el caso por motivos personales, otros eran ascendidos, otros trasladados y un juez incluso denunció presiones. Ha habido momentos en los que hasta la plaza de juez ha estado desierta por no haber ni un solo magistrado que quisiera hacerse cargo del caso. Nueve jueces, cuatro fiscales.

La primera jueza que estuvo al frente del Juzgado fue Isabel Belinchón. Ella se encargó de abrir la investigación a raíz de una denuncia, pero duró poco. Fue ascendida a magistrada y con ese ascenso, trasladada a Teruel.

Su puesto lo ocupó una juez sustituta hasta que se hizo cargo del caso Fabra Fernanda Lorite. Ella también duró poco, también fue ascendida y trasladada. La vacante fue cubierta por una sustituta, Reyes Gavara, que solamente estuvo un mes hasta que llegó la quinta juez.

Marta García también estuvo poco y pidió un traslado por motivos personales. Dejó el juzgado de Nules solamente dos meses después de haber llegado y, por tanto, el caso fabra, en manos de un sustituto, de Maria del Mar Julve.

Después llegaría la jueza que más tiempo ha estado en el juzgado con este caso, pero que también acabó pidiendo traslado. Lourdes Noverques, ella 3 años después, también acabó pidiendo el traslado. Después de un tiempo en el que la plaza estuvo desierta por no haber solicitantes, llegó la octava jueza sustitua, Teresa Agut que, finalmente dejó paso a Jacobo Pin.

El último, el que se atrevió a cerrar diligencias de una vez por todas, a pesar de los recursos interminables del abogado de Fabra y quien fijó fecha de apertura de juicio oral. No lo ha tenido fácil el juez Jacobo Pin que denunció presiones y acusó a la propia audiencia de Castellón de presionar para que cerrara la causa por cohecho. Llegó a pedir amparo al CGPJ.

En el caso de los fiscales, tres cuartas partes de lo mismo. Después de apartar al fiscal jefe de Castellón, por asumir Anticorrupción el caso, han pasado hasta cuatro fiscales hasta que llegó Luis Pastor. Nombramiento polémico en su momento porque había trabajado en el pasado como asesor de dos ministros del PP.