Antonio María Rouco Varela se jubila, deja el Arzobispado de Madrid. Allí ha pasado más de 20 años y deja atrás una época marcada por polémica creada por él mismo, como la que suscitaron sus palabras en el funeral de Adolfo Suárez hace meses. Además, en los últimos actos de conmemoración del 11M también dejó una declaración en el arie, afirmando que "había personas dispuestas a matar a inocentes con oscuros objetivos de poder".
Hay dos temas que han marcado mucho su figura: el aborto y el matrimonio homosexual. Ha instado a abolir la ley de plazos sobre la interrupción del embarazo y la legislación que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Denunciaba que "los niños y los jóvenes no tienen derecho a ser educados como esposos y esposas del futuro" y que "los niños no tienen derecho a disfrutar de un padre, de una madre y de una familia estable". Así se refería después de una sentencia del Constitucional que respaldaba el matrimonio homosexual.
Rouco Varela también cuestionó a los jóvenes del 15M al sostener "sus problemas son laborales, tienen que ver con la política y también tienen que ver con su alma, con su corazón".