Es la gran pregunta ¿y ahora qué pasa? ¿qué tienen que hacer los ciudadanos? ¿a quién tienen que reclamar?. El desconcierto es total a la espera de lo que decida el pleno del Supremo.

El jueves había sentencia, pero el viernes el Supremo paralizó todos los señalamientos y ahora, muchos están pendientes de firmar hipoteca y no saben si tienen o no que pagar el impuesto.

Consejos por el impuesto a la hipoteca

Ahora mismo, los españoles se encuentran con tres escenarios en función de la entidad bancaria de la que se trate. Hay bancos, una minoría según algunos medios, que han decidido no cobrarlo al cliente después de la sentencia.

Sin embargo la mayoría han decidido cobrarlo, aunque incluyendo una agenda al contrato por si hubiera que devolverlo al cliente. Otros, directamente, han decidido esperar. Tanto es así que entidades como BBVA, Bankia o Santander, ni siquiera tienen disponible ahora mismo el simulador de hipotecas.

Antonio García Ferreras y José María O'Kean

¿Qué hacer?, según las asociaciones de consumidores hay dos perfiles: si se le va a pasar el plazo y tiene el perfil del que ha firmado hipoteca en los últimos cuatro años, inicie el procedimiento para reclamar la devolución del impuesto más los intereses de demora.

¿A quién?, en este caso, a la Consejería de Hacienda de su comunidad autónoma. Es decir, inicie el trámite de reclamación pidiendo a Hacienda el papel de rectificación de la autoliquidación del impuesto.

Antonio García Ferreras y Ángela Martialay

En ese impreso se debe hacer referencia a la sentencia del Supremo del jueves. También tiene que acompañarlo de una copia del impreso de autoliquidación que pagaron en su momento, si no lo encuentra, lo podrán adjuntar más adelante, según Facua.

Si usted, por el contrario, firmó su hipoteca hace más de cuatro años, Facua sostiene que debería reclamárselo al banco con el que firmó su hipoteca. Habría que presentarles un escrito de reclamación al que el banco no debería tardar más de dos meses en darle respuesta.

Antonio García Ferreras y Ènric Hernández

El problema está en la retroactividad o no de esta sentencia del Supremo. Si fuese retroactiva, ahí llegaría el agujero para las entidades, que sería de miles de millones de euros.