Los recortes en sanidad, empezaron ya en 2012, el año pasado. A día de hoy, se pagan por cosas por las que antes no se pagaban, se paga más de lo que se pagaba antes en medicamentos y hay personas que se quedan fuera de la asistencia sanitaria.

El medicamentazo

426 fármacos destinados a tratar síntomas menores se han quedado fuera de la cartera pública. Esto signfica que el paciente paga el precio de ese medicamento íntegramente en la farmacia. Son un grupo de mucolíticos, antigripales, algún antiinflamatorio oral, lágrimas artificiales o antidiarreicos, por ejemplo.Pero no solamente hay que pagar ahora por medicamentos de síntomas menores, también por algunos tratamientos de enfermedades graves aunque con matices Es el llamado copago de medicamentos de la farmacia hospitalaria, los que se recogen en el hospital para seguir el tratamiento desde casa. Un grupo de medicamentos destinados a tratar enfermedades crónicas y graves como la hepatitis, el VIH, el cáncer o artritis. Lo que se paga es un 10% de cada envase, eso sí, con un tope de 4 euros con 20 céntimos por envase. Ha sido la última medida de copago sanitario en entrar en vigor, aunque a las comunidades ni siquiera les ha dado tiempo a ponerlo en marcha, sí a las ciudades autónomas. Lo que sí está en vigor y desde julio de 2012 es la subida en el porcentaje que los españoles pagamos por los medicamentos que nos recetan. Sube en el caso de los trabajadores, de quienes están en activo. Entre un 40 y un 60% del precio en farmacia del envase, en función de la renta. Y la novedad y uno de los principales hachazos a los pensionistas. Por primera vez en la historia ellos también pagan por las medicinas. Un 10% por esos medicamentos que les receta el médico. Ese 10% tiene tope, también establecido en función de la renta del pensionista que se mueve entre los 8 euros y los 60. Más cosas por las que se paga ahora: por las prótesis ambulatorias (las uletas, las sillas de ruedas, las férulas). No para personas con discapacidad, repetimos, prótesis ambulatorias. También Sanidad hace caja con el transporte sanitario no urgente. Esos desplazamientos que muchos enfermos crónicos tienen que usar por ejemplo para recibir un tratamiento de diálisis. 5 euros por trayecto. También se estableció un límite en función de la renta: entre los 10 y los 60 euros.

Y el remate es la sanidad, que muchas organizaciones denuncian: la sanidad que ha dejado de ser universal.

Muchos se quedan fuera por no tener tarjeta sanitaria. Esto significa que se les puede atender por urgencias y en casos determinados, pero no acudir a consulta del médico de cabecera como podian hacer antes, o seguir con un tratamiento médico continuado. Pasa entre aquellos españoles mayores de 26 años no asegurados ni beneficiarios, los que nunca han cotizado. Para obtener su tarjeta sanitaria tienen que acreditar que no tienen ingresos. Y el remate es a atencón a los inmigrantes sin papeles. Desde enero de 2012 no tienen tarjeta sanitaria. Esto significa que casi 900.000 personas, concretamente 873.000 no pueden acudir al médico a ni ser que tengan un accidente o lo hagan por urgencias. Hay excepciones, para las embarazadas, menores de 18 años, y la atención en el parto y postparto. Los números que dan Médicos del Mundo en su campaña 'Nadie desechado' one los pelos de punta: 2.392 personas, inmigrantes sin papeles, sin tarjeta sanitaria.