Blesa llevaba ya casi tres años en Caja Madrid cuando se montó la primera oficina en EEUU, concretamente en Miami. Fue el principio, la toma de contacto que podría haber hecho que se dieran cuenta del tsunami financiero que estaba por venir.

No fue así y 8 años más tarde, en 2008 es cuando se pone la primera piedra del desastre. Caja Madrid compra el City National Bank de Florida, entonces el sexto mayor banco privado de EEUU.  Y lo compró por 1.117 millones de dólares o lo que es lo mismo, 754 millones de euros de ese 2008.

No lo compró de golpe para poder evitar así tener que pedir permiso  a la Comunidad de Madrid. Así que en un primer momento se hizo con el 83% del City Bank y un año después, el 17% restante.

Lo compra por 754 millones de euros. Y ojo porque lo hizo sin tener en cuenta la viabilidad, la solvencia ni el nicho de mercado. Ni eso ni el valor real del City Bank de Florida, un valor que el Banco De España estimó en menos de la mitad de lo que pagó Caja Madrid. Una operación que provocó 500 millones de euros de pérdidas.

Todo esto se desata a raíz de una denuncia de Manos Limpias por un crédito precisamente concedido por Caja Madrid en la etapa de Miguel Blesa.

El beneficiario de ese crédito era el que fue presidente de la CEOE y de Viajes Marsans, Gerardo Díaz Ferrán.

Díaz Ferrán tenía deudas, deudas millonarias, de casi 350 millones de euros. Pues bien, según la denuncia, Blesa le habría concedido créditos para refinanciar varias de las empresas de Ferrán y de los hijos de Ferrán.