Fue poco antes de salirse de la vía y a su teléfono profesional para indicarle qué camino tenía que seguir al llegar a Ferrol. Un teléfono que, por cierto, se habría perdido durante el accidente. En esa llamada le estarían dando indicaciones sobre la localidad de Pontedeume, muy próxima a Santiago. Según ABC, habrían quedado registradas estas palabras de Garzón: "Sí, vale, lo entiendo, lo haré". Sólo se guarda la voz del maquinista, no de su interlocutor.

Del audio que quedó almacenado en esas cajas negras también deducen que podría estar consultando algún plano o documento en papel. Esto porque durante la conversación se detectan algunos ruidos de fondo. Se escucharía también dos pitidos de balizas, y después el estruendo del accidente.

Más datos que ha aportado el volcado de información de las cajas negras. En los kilómetros previos al accidente, al entrar en el túnel, el tren circula a 192 kilómetros por hora. El maquinista se da cuenta y activa el freno cuatro segundos antes del descarrilamiento, pero era ya demasiado tarde. Se sale de la vía y en ese momento la velocidad era de 153 kilómetros por hora, es decir, sólo conseguía reducir 39.

Se investiga ahora esa llamada que recibió, la identidad de la persona que la hizo y por qué no se usó el teléfono fijo que lleva el tren, el conocido sistema tren-tierra. De hecho, RENFE recomienda utilizar el móvil sólo en casos de emergencia. Todas estas informaciones tienen que ampliarse, porque de momento estos son los primeros datos provisionales. Datos del análisis de los últimos kilómetros que recorrió el tren.